¡Espero que te encuentres muy bien! Quiero contarte algo.
Siempre que viajo me gusta estar atento a encontrar nuevos negocios, me doy la tarea de hallar opciones creativas, diferentes y fuera de lo común. Y en esta ocasión que estuve fuera del país de vacaciones con mi hija, vi una idea de comercio que me llamó muchísimo la atención. Quiero platicarte sobre esto para inspirarte a crear alguna nueva estrategia para tu marca a partir de este concepto, o para iniciar una empresa con el pie derecho si es que aún empiezas en el mundo de las ventas.
Este proyecto del que te hablo se llama Bear & Honey Candle Company. Es un negocio que se dedica a la venta de velas, pero lo que lo hace especial y diferente a la mayoría de empresas con giro similar, es que ellos venden la EXPERIENCIA de crear la vela a tu medida.
Su cliente ideal no es aquel que solo quiere comprar una vela genérica, sino que es quien está interesado en vivir toda la experiencia de crear una vela personalizada con la mezcla de esencias de su preferencia.
La dinámica que manejan es por medio de citas. Ya en el lugar te disponen en una mesa con varias esencias (dependiendo del paquete que escojas y pagues), te enseñan a preparar todo el material y la elaboración de la vela, y al final puedes agregarle tu nombre o alguna frase personalizada.
Lo interesante es la manera en la que ellos crean una experiencia a partir de la acción del producto de su negocio, que es hacer una vela. Esta empresa se consolida con muchos clientes, y, por ende, consiguen muchas ventas. Te diré la razón: Usan la experiencia de marca a su favor.
¿Qué es la experiencia de marca?
Este término se define como cualquier sensación, emoción, sentimiento, y/o respuesta del comprador generada por una marca.
Esta experiencia puede venir desde el diseño hasta de la atención al cliente. De hecho, existen diferentes dimensiones de experiencia de marca:
- Sensorial. – Corresponde a los estímulos de los cinco sentidos: visuales, auditivos, de tacto, gusto y olfato que sean provocados por la marca.
- Cognitiva. – Se refiere a la acción que provoca en los clientes al pensar y dialogar, despertando su creatividad y curiosidad.
- Afectiva. – Se crea la relación del consumidor con el vendedor a través de las emociones.
- Comportamiento. – Apela a las experiencias relacionadas con el cuerpo físico, estilo de vida e interacciones con la marca.
- Social. – Se refiere a las interacciones de los consumidores que llegan a relacionarse con terceros. Implica conexión con otros individuos o grupos sociales.
En el ejemplo del negocio de velas personalizadas podríamos decir que la experiencia está situada en diferentes dimensiones, como la sensorial, social y un poco de afectiva según sea el caso.
La idea de porque te cuento esto no es para que vayas ahora mismo a diseñar tu empresa de velas personalizadas (o puede ser que sí, hay bastante mercado), sino para aplicar este concepto a tu marca. ¿Estás vendiendo experiencia a tus consumidores? ¿Cuáles son las diferentes dimensiones que utilizas? Si analizaste y te percataste que en realidad no aplicas este término, te invito a empezar a usar la experiencia a tu favor. Piensa de qué manera puedes acercarte a tu cliente a través de las dimensiones, para que no sea solamente vender tus productos o tus servicios. Crea una idea disruptiva en torno a tu empresa, y así notarás como atraes clientes por el valor que estás ofreciendo. Pruébalo y me cuentas como te fue.
En mi Instagram te dejo algunas fotos del negocio para que puedas echarle un ojo.
Rafa Herrera – @coachrafah
#ElViajedelasVentas